miércoles, 18 de junio de 2008

La Odisea del Adolescente (2da Parte)

Antes de comenzar a leer nada, me gustaría que si no habéis tenido el placer de leer la primera parte, comencéis por ahí, ya sé que es larga pero es muy recomendable tanto para padres y adolescentes. Aquí esta la primera parte.

Comenzamos con la segunda parte del texto, siguiendo por el punto 3.

3. CUANDO ESCILA SE ALEJA DE CARIBDIS

El barco de Ulises debe atravesar un paso estrecho procurando no escorarse ni a un lado ni a otro para no caer en las fauces de ninguno de los dos monstruos que eran Escila y Caribdis. Pues bien, tomaremos un poco más por los pelos en este caso el paralelismo para decir algo muy importante para explicar lo que pasa con los adolescentes. Antes, la adolescencia era una transición corta entre la niñez y la juventud, la famosa edad del pavo, que apenas duraba lo que un breve sarampión. Ahora se ha adelantado su principio (esos chicos –y más aún chicas – de 11 o 12 años que se preocupan de cosas que antes "no tocaban" hasta los 15) y se ha atrasado mucho más aún su final: ¿Cuándo acaba la adolescencia? ¿Acaso no tienen más rasgos de adolescentes que de jóvenes los universitarios de primer año hoy día...?.

Si Escila y Caribdis representan la niñez y la juventud, el problema hoy día es el contrario que el de Ulises. El paso no es estrecho o angosto, sino ancho, muy ancho... La situación de inestabilidad o inmadurez deja de ser transitoria y se convierte en permanente durante años. Ahora bien, ¿no sería más sincero decir que estamos en una sociedad adolescente en muchos de sus rasgos (irresponsabilidad, provisionalidad, labilidad en las decisiones, alergia al compromiso estable...)? Estoy convencido que muchos de los males achacados a los adolescentes hoy día son problemas que en realidad tenemos el conjunto de los miembros de nuestra sociedad. Entre Escila y Caribdis se extiende un mar tan amplio que desde una no se divisa la otra y el barco del propio proyecto personal de vida deambula sin rumbo de acá para allá...


4. EL CÍCLOPE CONTRA NADIE: LA TORTUOSA BÚSQUEDA DE IDENTIDAD.

Ulises y sus compañeros son apresados por el terrible y gigantesco cíclope, que los almacena en su cueva para comérselos poco a poco. Ulises dice llamarse Nadie para engañar con una hábil estratagema al monstruo: "Nadie te ha herido, señor..." Ulises, una vez que huye, recupera su nombre y con él su identidad. ¿Y si Ulises hubiera sido Nadie durante unos meses o años...? ¿Y si hubiera olvidado quién era...? Pues bien, una adolescencia prolongada genera una problematización muy fuerte de la elaboración de la propia identidad personal.

El adolescente se siente a menudo a disgusto consigo mismo porque no sabe quién es. Se siente permanentemente Nadie, no circunstancialmente, como Ulises en la cueva. Esto explica, al menos en parte, ciertos comportamientos en masa en que participan muchos adolescentes y jóvenes que sólo buscan dar la nota, hacerse notar, hacer ver que "intento ser alguien": la masa de los conciertos de música rock, los aficionados deportivos fanáticos (entre los que destacan por comportamientos agresivos chicos cada vez más jóvenes), las pintadas y grafittis, las bandas con sus símbolos de identidad al estilo de las de Los Ángeles, el diluirse en los disturbios de la kale borroka o de grupos racistas o neonazis... Son ambientes que frecuentan también algunos adolescentes, aunque no sean, desde luego, la mayoría. Sólo se inmunizarán contra estas tendencias asociales si van elaborando pronto una identidad personal madura y equilibrada, si dejan de sentirse nadie mediante caminos constructivos...

La pedagogía nos habla de la importancia en este momento de los modelos. El problema se agranda si los únicos modelos que se les presentan son futbolistas multimillonarios, ganadores de Operaciones Triunfos varias o los protagonistas de esos programas de tele basura que contemplan cada noche... Por no hablar de las revistas que leen, muy diferenciadas, por cierto, según sean chicos o chicas los lectores. Muchos adultos se sorprenderían si leyeran varios números de esas revistas y las recetas de felicidad rápida que ofrecen.

5. EL CANTO DE LAS SIRENAS

Ulises debe amarrarse al timón y taponarse los oídos para no dejarse llevar por el canto de las sirenas... La incitación al consumo es una melodía que los adolescentes actuales perciben continuamente, y la culpa no es siempre de ellos. El caso es que ahí están la obsesión por las marcas (aunque parezca un tema tópico, sus efectos siguen siendo cada día mayores en la adolescencia, se diga lo que se diga), por tener el último CD, por piratear el mejor juego de ordenador, por tener el último discman que me permita ir a lo mío en el metro o en el autobús, por ser tan delgada como esa modelo semianoréxica, por ir a esa discoteca de moda e intentar engañar a los gorilas de la puerta diciendo que se tiene más años de los que pone el DNI... Por algo son lanzados continuamente al mercado cantantes o grupos que son chicos y chicas adolescentes que son verdaderos productos de diseño que duran un tiempo y desaparecen. Las grandes firmas discográficas saben bien qué porcentaje de sus ventas está destinado a un público adolescente. Si vivieran hoy, las sirenas de Ulises dejarían en paz a los marineros y echarían sus redes en otras franjas mucho más bajas de edad, ¿o no? Y el que esté libre del pecado de la incitación al consumo, que tire la primera piedra (¿o mejor el primer euro..?)

Ahle así queda terminada la segunda parte, me falta la 3era Parte y mi posterior conclusión que os advierto que no tiene desperdicio alguno.

Espero que no se os haga pesado, a mi me parece una tesis genial la de este texto, y para mí es una lástima que esta comparación no sea de acceso al público, porque serviría de mucha utilidad.

Salu2 Libertarios y que la fuerza de los rayos "X" os acompañen!!

Pd. Que agusto se esta sin padres en casa, aíns lástima que ahora la pequeñaja termine la escuela, y me toque hacer de niñero, en fin que poco dura lo bueno jaja.

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