domingo, 16 de diciembre de 2007

La Odisea del Adolescente (1era parte)

El otro día pude ver una charla que era muy interesante para mí, pues era una charla de orientadores de adolescentes y alumnos, y el autor de la charla pues comienza analizando la vida de un adolescente con la historia de Homero llamada la "Odisea" de Ulises, y lo cierto es que el hombre pues la clavaba porque las comparaciones no eran muy rebuscadas, sino llenas de sentido y con moraleja. No lo pude gravar, no me llevé nada para poder inmortalizar aquella charla, pero he encontrado el documento en el que se basa el orientador, espero que os guste.

1era Parte.

1. LA ODISEA DE ULISES Y LA ODISEA ADOLESCENTE


Como es bien sabido, el viaje de regreso de Ulises hacia su amada isla de Ítaca, para volver con su no menos amada esposa Penélope tras la guerra de Troya, de entrada parecía un mero trámite. Sin embargo, se convierte en toda una odisea (como su propio nombre indica) porque las circunstancias y las propias equivocaciones del héroe le van demorando y llevando de un lado para otro como un juguete del destino. Cuando Ulises se encuentra con Penélope, ya es un hombre distinto del que partió a la guerra años antes.


Pues bien, también la adolescencia, que hasta no hace mucho era también un breve tránsito entre la niñez y la juventud, se está convirtiendo cada vez más en un viaje prolongado, problemático y errático. La adolescencia se ha estirado en dos direcciones: empieza antes (ahí están esos chicos/as de 9 o 10 años que tienen muchos rasgos de los que la cultura anglosajona adjudica a los teenagers : 13-19...) y acaba cada vez más tarde. Hace poco, escribía Joan Carles Surís en la Vanguardia (14-11-2004):”La adolescencia es la transición entre la infancia y la vida adulta. Suele empezar con la pubertad (o, como me decía un padre, cuando tu hijo o tu hija empiezan a cerrar la puerta de su habitación) y acabar cuando se logra la independencia emocional y económica de los padres”. Esa independencia cada vez se tarde más en alcanzar. Ni siquiera se busca con demasiado ahínco.


En realidad, la misma sensación que le queda al lector de la Odisea (que Ulises decía que tenía prisa por regresar a Ítaca sólo con la boca pequeña) se tiene hoy con la adolescencia: que no hay tanta prisa por salir de ella... Como dicen ahora algunos: “No dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana”. En descargo de los adolescentes, debemos tener en cuenta que la meta está tan lejana –ser independiente a los veintimuchos años- que se desdibuja. Ítaca queda demasiado lejos. Por tanto, pasémoslo lo mejor posible bien en el camino


Vamos a establecer algunos paralelismos entre los personajes y escollos que va encontrando Ulises y los lugares y ambientes que frecuentan los adolescentes actuales y lo que en ellos les está pasando.



2. EN BRAZOS DE CALIPSO: UN POCO DE CALOR, POR FAVOR...

El obstáculo que retrasó más tiempo –varios años- a Ulises fue su enredo amoroso con la ninfa Calipso. Ulises ama a Penélope y en principio está decidido a volver con ella; sin embargo, pierde la cabeza y durante ¡años! se abandona en brazos de Calipso. Su deseo de vivencias placenteras inmediatas prevalece sobre sus propósitos. Eso sí, tiene una hermosa coartada: Calipso le retiene de modo mágico con sus poderes divinos. Él se siente más víctima que culpable. Vamos, que se “relaja y disfruta”. Ya lo decía hace años Joaquín Sabina, que es de los que presume de alargar la estancia con Calipso indefinidamente: “¿Qué voy a hacerle yo, si el amor me gusta sin frenos y el whisky sin soda...?”


Algo de eso les pasa a los adolescentes. Buscan calor afectivo, que alguien les acepte porque ellos mismos con frecuencia no lo hacen. Lo emocional para ellos está por encima de lo sensato. Esa búsqueda de calorcito y cariño bloquea otras decisiones de tipo racional. ¿Quién es el guapo que les dice que tengan cuidado con sus amoríos, que no pueden jugar con sus sentimientos y con los de los demás...? Ellos responden lo que Ulises: "Ya seguiré adelante para ir con Penélope, pero... ¡se está tan bien con Calipso! Me quedo un ratillo más...".


Con "seguir con Calipso" no nos referimos sólo a las relaciones de tipo amoroso. El tiempo que se dedica a estar con la panda de amigos de la misma edad (lo que los psicólogos denomina ahora su grupo de iguales) se explica del mismo modo: buscar un poco de calor, un poco de aceptación. En agosto de 2003 varios diarios madrileños se hacían eco de un fenómeno curioso: más de un centenar de adolescentes de los llamados pijos se agrupaban en una esquina del barrio de Salamanca durante tardes enteras y hablaban, bebían, se tiraban huevos, provocaban a la policía y se divertían corriendo delante de ella... ¿Por qué? No hay que esperar de ellos explicaciones racionales. Ni sirve de nada decirles que pierden el tiempo. Sencillamente, necesitan estar juntos, sentir el calor de la masa, saber que "no sé que quiero hacer con mi vida, pero estos que están aquí tampoco...". Se trata de seguir mientras se pueda en brazos de los amores fugaces, de la panda de amigos... en definitiva, de Calipso.


Un tal Pascal dijo que el corazón tiene razones que la razón no comprende. Pues eso. Precisamente el desbarajuste emocional es un rasgo distintivo de la adolescencia hoy, pero también de los que no son tan adolescentes, no nos engañemos... Ya hace años que en Estados Unidos y en Europa Occidental se habla del llamado “síndrome de Peter Pan”: grandes y famosas empresas están preocupadas porque directivos de entre 40 y 50 años quieren de pronto vivir una segunda adolescencia y cambian de pareja inesperada y repetidamente, consumen coca, comienzan a descuidar sus responsabilidades... Ellos también quieren recuperar la adolescencia y abandonarse en los brazos de Calipso...


3. EL CIBER-HECHIZO DE CIRCE

La hechicera Circe, que habita en otra isla, hechiza a la tripulación de Ulises, convirtiéndola en animales, que olvidan sus objetivos y su viaje y se limitan a pastar y alimentarse despreocupados y ¿felices?


Muchos de los lugares, reales o sobre todo virtuales, que frecuentan los adolescentes y al que dedican mucho tiempo (mucho más de lo que creen sus padres o profesores), caen bajo el domino de esa Circe moderna que es la comunicación con nuevas tecnologías: los mensajitos y charlas con los móviles, los chats y las horas de parloteo escrito en el messenger, los mundos paralelos a lo Matrix vividos con la Play Station o juegos de simulación... En muchos grupos de la ESO o de Bachiller, uno de los rituales obligados ahora es tomar las direcciones del Messenger del resto de la clase la primera semana de curso. Luego de noche se organizan charlas que duran horas y horas. Eso sí, sin salir cada uno de su casa ni de su habitación.


Se trata a menudo de perderse, de olvidarse de los propios problemas o de una realidad insatisfactoria. Además, en los chats se puede fingir que se tiene otra edad, construir una imagen distinta a lo que soy de verdad, ligar con un personaje inventado que es lo que me gustaría ser o lo que la otra persona quiere oír...


Desde fuera, la vida de los hechizados por Circe era infrahumana (de hecho, era vida de cerdos, con perdón); pero... ¿y lo felices que estaban ellos...? No se trata de demonizar las nuevas tecnologías; ahora bien, quizá no esta de más denunciar lo que está pasando y que hay quien se está haciendo de oro alienando (ya sé que es una herejía citar a don Carlos Marx, pero no hay otra palabra mejor para expresar este fenómeno) a muchos adolescentes.



Cuando termine de exponer todo el documento pondré mis impresiones pero de momento tengo que decir que estoy más que de acuerdo.

Salu2 Libertarios y que la fuerza de los rayos "X" os acompañen!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto...lo "intertextualizaré" en mi space...


http://asislavida.spaces.live.com/

Richi dijo...

Jejejeje no pasa nada.

Una cosa, cambio el titulo del post que estaba incorrecto.

Salu2!