Reflexiones absurdas

Yo soy un grandísimo lector de blogs, pero si hay un blog que admiro y quiero es el de una muchacha que muchas veces se sincera y la verdad es que muchas veces me siento reflejado en sus historias (en algunas) y la verdad es que es un placer para mis ojos su blog.

Aquí pongo una entrada que hizo hace tiempo, y que me hizo darme cuenta de muchas cosas de mi vida:

Soy muy gruñona, protesto por todo y nunca nada me parece bien. Siempre que vamos a un bar termino quejándome y queriendo ir a otro sitio, y cuando vamos a ese lugar echo de menos aquella mesa del bar.

Soy tan vaga que cuando vamos a pasear te rayo y me pongo pesada para que pares dos minutos a sentarte conmigo en aquel banco o bordillo cuando tú quieres ir a alguna parte, o lo que sea.

Soy egoísta, siempre quiero verte reír o contenta porque es lo único que me hace feliz a mí, y me importan una mierda los demás.

Soy una prepotente y siempre termino discutiendo por todo y despreciando lo que dices porque lo que yo pienso es mejor. Y te desespera.

Me río de todo el mundo y nunca nadie me parece lo suficientemente bueno.

Siempre me intento hacer la graciosa pero causo el efecto contrario. Y sólo me doy cuenta después de soltar la gilipollez. Así que parezco una pesada patética.

Prefiero quedarme en casa tirada en el sofá con una peli o un libro que ir a aquel sitio que tanto te gusta, o la playa, o lo que sea.

Todo tiene que ser siempre como me gusta a mí, y si no es protesto y me quejo como una puta cría cada dos por tres.

Soy infantil y friki, y siempre que hay una tienda de ese tipo puedo pasarme horas en ella aunque tú tengas prisa o te canses.

Siempre tengo frío, y si no, calor. El caso es que me quejo cada dos minutos y te lo hago saber hasta que me mandas callar por pesada.

Y cuando me duele algo, ya ni te cuento...

Soy muy dejada y no me preocupo por el orden ni nada. Pero cuando un día me da la vena me puedo pasar horas dejándolo todo perfecto, hasta la obsesión, como la peor maniática del orden.

Me enfado siempre por tonterías y pongo cara de ofendida hasta que me haces la pelota un buen rato.

Me da vergüenza todo. Hasta pedir la consumición en el bar, así que te utilizo como escudo o mediadora entre yo y el mundo, para la mayor tontería del mundo. Y si no lo haces, me enfado.

Siempre me da por tocarte las tetas esté donde esté, de repente. Y te asusto.

Soy muy despegada o extra cariñosa, no tengo punto medio. Puedo pasar de no mirarte durante minutos que aunque me hables no lo haré, pero cuando estoy mimosa más te vale soportar la pesadez de mis 53 kilos sobre ti, y mi voz de pegajosa que da asco.

Nunca sé parar las bromas y terminas enfadándote por mi humor estúpido.

Siempre llego tarde a las citas, o en su defecto, llego 15 minutos antes. Jamás lo hago a la hora que determinamos.

Me da vergüenza hablar con tu familia y piensan que soy una borde.

Tampoco hablo con tus amigos/as, y como miro con mi cara de vergüenza parece que estoy haciéndolo por encima del hombro o algo parecido, y siempre les caigo mal.

Puedo pasarme horas y horas sin hablar y contestando con monosílabos, como sin callar un puto segundo. No tengo ningún punto intermedio.

Siempre tengo ganas de hacer el amor y a menudo te parezco una obsesa. Aunque esto terminó gustándote algo.

Siempre me quedo empanada mirando para el aire o pensando en mis cosas. Si me interrumpes en este estado, me enfado y armo la gorda dando voces o con borderías.







Soy un puto saco de defectos, como ves. Pero los conoces de sobra. Después de hacerlo (aunque tardaste en pillarme el juego), soy tan transparente que doy asco. No sabría decirte ninguna virtud o razón para que vuelvas conmigo. Pero terminaste queriéndome. Un poco.

Y quiero que lo recuerdes.

Simplemente genial.

De este fin de semana tan nefasto para les abelles, me quedo con esta frase de mi entrenador (dani) "si estubieras en otro club me harías 2 o 3 ensayos por partido pero ahora te toca jugar y defender la camiseta de la abeja".

Un salu2! y que la fuerza de los rayos "X" os acompañen!