¿Hasta dónde hemos llegado?

¿Hasta dónde hemos llegado? esa ha sido mi pregunta, que una y otra vez me retumba en la cabeza. El motivo por el cual me he hecho esta pregunta es la siguiente: Final de un partido de Rugby, pocos segundos después, un linier pega un derechazo a un aficionado y lo deja semiinconsciente.

Si, es cierto, todo quedará en eso, un derechazo, algún que otro disgusto y un insulto más a este ¿noble? deporte. El deporte significa entrega, lucha, valor, estados de ánimo a flor de piel, y un largo etcétera, que para nada incluye la palabra violencia. Y cuándo se usa el término VIOLENCIA, no hace falta dar un puñetazo puede ser también un insulto.

La grada de hoy en el Río, refleja VIOLENCIA y me provoca un cierto alarmismo, esto no es lo que quiero, gentes de todas las edades se comportan de manera irracional ante 30 tíos detrás de un balón, está claro que cada partido puede significar un fracaso o un éxito, y más cuando solo hay 10 equipos y las jornadas son más bien escasas pero una cosa es defender lo nuestro y apoyar a tu equipo y otra ser verdugo de la grosería y la falta de respeto.

Me gustaría que esas cámaras que graban los partidos, se dedicasen a grabar a dichas personas que no ven el rugby como un espectáculo deportivo sino como una cuestión de VIDA O MUERTE, gente que nunca ha salido de España para ver un partido de rugby y que nunca aprenderán los valores que lo representan que es un deporte de caballeros y no un partido de fútbol verdulero en el cual el rival y el árbitro son ejes de insultos desproporcionados por parte de la grada.

Les Abelles, siempre ha sido un club modesto, que tal vez ha llegado muy alto, demasiado tal vez, y sus aficionados no están preparados para ello, no es ningún insulto es una sentencia que han firmado tarde tras tarde en el graderío. Es muy triste, pero es la cruda realidad. Muchas de las personas ven el rugby (y otros deportes) como una válvula personal a todos sus desastres personales y las toman con el primero que pueden, y no, esto es rugby y hoy este nefasto hecho nos ha recordado que un árbitro es humano y no un pelele antiestrés capaz de soportar infinitos insultos, pues como ser humano ha tenido su límite. ¿Y todo para qué? para que todo el colectivo arbitral nos vaya a fastidiar a más no poder (prefiero pensar que no sea así pero...), y no solo en los seniors sino los de las categorías inferiores, pues todo va a ser una jodida reacción en cadena.

Otra duda que me surge es.. ¿Que padre puede llevar a sus hijos si sabe que no a va ver un partido de rugby sin escuchar insultos, ni amenazas ni gritos? ¿Alguno de nosotros llevaría a sus hijos? Yo desde luego que a los mios no. Es triste porque se supone que es mi club, parte de mi, pero lo de hoy no me representa y seguro que a muchos como yo tampoco. ¿Queremos tener más ayudas y sponsors? ¿Queremos tener más masa social? Así no se va a ninguna parte, pues somos muy pocos y encima nos encargamos de vender una imagen muy mala hacia el resto de clubes del país que seguramente no nos llevará a nada bueno.

Y si, ayer pasará a la historia como el día que pegó un juez a un aficionado.. pero, espero que el próximo partido, cada uno reflexione y piense lo que es esto, lo que significa y lo que puede llegar a ser si nadie pone freno... hoy ha sido esto, mañana puede ser otra cosa, que seguramente será peor.

Buenas noches.

Salu2 y que la fuerza de los rayos "X" os acompañen!